Esta semana la marca azul, WWE SmackDown, terminaba con la rivalidad con más tensión y más disputa en toda la marca azul. El guerrero celta y el hombre carismático chocaban en un lugar atípico para un combate de lucha libre. En un bar era la cita esperada, donde el camarero personal de Sheamus se encargó de colocarlo todo.
Un trago de agua fría en WWE SmackDown
Empezaban de forma espontánea. Sheamus quiso empezar con más calma y disfrutando de aquello que tanto ha atormentado a Hardy en su vida. Para ello, quiso acabar y cerrar una etapa que le ha dejado cicatrices muy profundas. Se tiraron de todo, las sillas, mesas, vasos….
Sheamus arrastró a Hardy por toda la barra del bar. Quería hacerlo sufrir de la peor forma posible. Terminaron en el pasillo que iba dirección a los aseos. Allí Sheamus conquisto el orgullo de Hardy restregándolo la cara por todo el orinal. Después fue este, el que sufriría las consecuencias.
La pinta final de Sheamus decantó la dirección del ganador. Hardy se transformo y acabó con el camarero y con el propio Sheamus. Pudo ascender en la escalera, y hacer su movida favorita para poder aplicar la cuenta de tres de forma satisfactoria. Pudo vencer a sus demonios.
Al comienzo del combate, lo dejaba claro. Estaba buscando reencontrarse con su mejor versión de luchador. Era su momento para vencer a uno de sus peores rivales. Le ha dicho todo claro y a la cara, le ha llamado adicto y demostrado que así no puede llegar a ganar algún título.
Sheamus, a pesar de vencer, y ser derrotado por Hardy, se encuentra en su mejor forma. Debe buscar el camino correcto para ganar el único campeonato que le falta para conseguir el Grand Slam. Se ha topado con un gran rival pero que sin duda le habrá hecho mejorar la técnica.
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