Llamado a romper récords
Drew McIntyre es uno de los luchadores más representativos de la marca roja en la actualidad. Ya destacó en categorías inferiores como fue en NXT. Y tras ganar a grandes luchadores la gente no pensaba que pudiera superarse.
Así lo hizo, tras caer derrotado en el evento de Fastlane busco venganza en solitario, y consiguió su cometido. Dejó a Roman sin combate tras propinarle grandes golpes en el rostro, y encima por sorpresa que derivó en su retirada.
Tras saberlo sus hermanos que forman The Shield como son Rollins y Ambrose buscaron vengarlo. El que tenía cuentas pendientes era Ambrose, llevaba un par de semanas cayendo derrotado ante él, y creía que esta era la semana en la que lo derrotaría.
Se cruzo con Triple H y le pidió un combate sin descalificación, para poder vengar a su hermano. Protagonizó el evento estelar del programa, por lo que sería lo más visto de la noche. Era el momento de que el lunático se reivindicará.
Supo llevar el ritmo del combate por lo que tenía más probabilidades de vencer, pero las artimañas de Drew McIntyre le hicieron pasarlo mal. Un combate físico en el que utilizaron desde escaleras, hasta pantallas, mesas, barrotes…
Una máquina abusadora
No podemos olvidar a la otra parte del combate, un luchador con un carisma de villano por el cual no le importa hacer lo que sea a sus rivales para conseguir su cometido. Esta vez tenía la herida del evento de la noche anterior.
Estaba dolido, por lo que decidió atacar primero a Roman, y luego destrozar a Ambrose, consiguió sus objetivos. Terminó con dos partes del escudo y consiguió salir invicto del programa. Se podría hablar así de un campeón.
Sin ninguna duda uno de su grandes objetivos dentro de la empresa, ya que anda persiguiendo los campeonatos más de medio año sin tener resultado. De momento se conforma con destrozar a un Dean Ambrose que está en decadencia.