Era la apuesta personal del segundo de la WWE en la dirección de la empresa, Nick Khan. Se supone que es así, todo pensado por parte de Nick. Por eso puede que la empresa se haya tomado un mes y medio, en total seis semanas para dar forma al primer PPV del año.
La empresa cometió un error inesperado al apostar todo al primer día del año. Ante estas fechas complicadas en las que la variante Omicron ha querido tomar protagonismo, ha afectado a la empresa de lleno. La ausencia de PPV en el mes de diciembre ya no se hace raro y es que ayer se confirmaba la razón principal por la que no se realizaba TLC. Debido a que necesitaban tiempo para ofrecer lo de ayer.
Ausencia de Roman Reigns
Era una muy mala noticia para todo el universo de la WWE. Para la propia cartelera donde estaba planeado que cerrará el evento y sobre todo para la empresa que tenía de baja a su luchador más importante en el día indicado. El caso del luchador de WWE Roman Reigns es complejo. Ante un problema de salud como la leucemia no tiene las mismas defensas que el resto de sus compañeros.
Con su positivo esperamos que sea de forma asintomática y lo afecte lo menos posible para seguir el desarrollo de su campeonato con normalidad. La duda es conocer si ha sido irresponsabilidad del luchador previo a su combate o de la empresa. Porque la falta de responsabilidades para cuidar a su campeón no han sido suficientes. Por mucho que lo hayan sacado de la cartelera podían haber hecho algo más para cerrar su círculo y dar seguridad para su llegada al evento.
El factor Brock Lesnar
La lucha estelar del evento quedaba totalmente cancelada lo que suponía que la lucha del luchador de WWE Brock Lesnar. Algo que tenía que ser solucionado. El luchador era añadido a otro combate. Como es de costumbre, la empresa decidió apostar todo a la misma carta. La de entregar el campeonato a la bestia encarnada. Luego si hay pocos espectadores ante la falta de estas estrellas que no parezca raro.
Sin necesidad de ganar el campeonato y en medio de una rivalidad con el hombre más importante de la empresa, deciden tirar por tierra el trabajo de Paul Heyman y del campeón universal para ser campeón de la WWE. No se sabe si podrá ser que ambos sigan su rivalidad con los títulos. Pero ha sido una decisión prematura y más ganando sobre el campeón Big E.
La maldición del New Day
El primero en perder el título de forma vergonzosa era Kofi Kingston. Después de un gran reinado de medio año como campeón era eliminado en el estreno de la WWE en Fox en simplemente treinta segundos. En ese caso era entendible que ante el reto abierto de Brock Lesnar pudiera caer derrotado. El estatus de la bestia está por encima del resto y en ese caso Kofi no teína más que demostrar con el título.
Para el propio Big E no es que estuviera teniendo un mal reinado. Era una de las caras de la WWE y en esta ocasión la empresa merecía corresponderlo con toda la profesionalidad con la que ha portado el campeonato. Pero lo sucedido ha sido todo lo contrario. La empresa no ha sabido corresponder al luchador que se quedaba tocado tras su errónea defensa titular. No solo perdía el cinturón, sino que era sobre él mismo donde se hacía el pin.
Un hecho que deja claro que todos los miembros del Nuevo Día como campeones han cedido ante la bestia. Big E estaba destinado a tener un reinado próspero y largo. De este modo con una decisión hipócrita se quitan de encima a un campeón que es difícil verlo de nuevo en lo más alto. La empresa no ha querido pensar en que el ex-campeón de WWE Big E podía posicionarse como un luchador top que pudiera luchar en los próximos años por lo mejor de la WWE. Pasó la prueba de fuego pero no para la empresa que apuesta por la opción ya conocida.
Como campeón ha sido de lo mejor de WWE en la marca roja. Ante la falta de audiencia y de historias creativas ha sabido cumplir hasta en los momentos complicados y ha defendido su campeonato con creces. Está decisión creativa es la más polémica de lo que llevamos de año. Porque si algo quería demostrar el evento era el gran potencial que tiene la empresa para comenzar un nuevo año, no tirando piedras sobre su propio tejado, por dos razones:
- No sabemos lo próximo para Big E dentro de la WWE. Puede que obtenga la revancha por su campeonato en las próximas semanas. Pero, después ¿qué?
- Ante la victoria de Brock Lesnar el rival de Roman Reigns para los próximos meses es una incógnita. Ya se ha enfrentado con lo mejor de SmackDown no parece que haya más rivales a su altura. Habrá que esperar al Rumble.
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