WWE sigue fabricando sueños
Vince cada vez que hace acto de presencia revoluciona el modo, tiempo y lugar. No podía ser de otra manera, ya que después de su altercado con Strowman decidió conseguir un nuevo retador por el título, sin mirar lo eficaz que podía ser.
Lo primero que hizo fue comunicárselo en directo al universo, tras ello no pararon de salir los luchadores para pelear por ello, empezando por Jhon Cena, Drew McIntyre, Finn Balor, y Baron Corbin, después nadie más se atrevió a salir, ya que había demasiado nivel encima del ring.
Razones
El primero en saltar al ring fue Cena, que no dejó ni hablar a vince, tenía una sola idea en la cabeza, la gloria. Pero para llegar a ello debí ganar el combate de la noche y a la bestia encarnada. ¿Sería este un motivo con peso para que Cena tuviera una oportunidad?
El psicópata escocés se volvía a mostrar reacio ante las ideas de Cena ya que el tenía una manera muy diferente de pensar. Este año tenía un gran reto, conquistar lo más preciado de Raw sin tener que demostrar nada, ya que él ha podido domar a sus rivales.
Baron Corbin volvía al ring para dejar un mensaje muy claro, había terminado con todas las esperanzas del monstruo, y se autoconvencía de que el sería el reinante del programa de nuevo. No olvidemos su etapa en el control de la gerencia del programa.
Finn Balor terminaba de vencer a Jinder Mahal y cree que es su momento, después de su etapa de recuperación y todo lo que ha hecho para poder ganárselo merece ser recompensado. Y junto a este combate espera encontrar su mejor nivel.
El retador
Fue el evento de la noche, se dieron hasta en el cárne de la biblioteca. Perdieron el aliento para ganar el ansiado combate, pero como en todas las competiciones solo puede haber un ganador. Y este habría superado todas las adversidades posibles.
Balor que ya había tenido un combate la misma noche supo jugar sus cartas, y aplicó todo su poder sobre el cuerpo de Cena, que fue el único tendido sobre el ring. Tras la cuenta de tres le invadió la emoción y recibió unas cariñosas palabras de Cena.
El 16 veces campeón mundial le reconocía lo conseguido, y solo supo darle ánimos ante uno de sus mayores retos en su carrera deportiva. Los derrotados sintieron la envidia al ver el ejemplo, en el que el vencedor y uno de los perdedores del combate celebraban lo conseguido.