Son muchas las razones que llevan a la gente a criticar un producto. En un punto puede sustentarse en posibles desventajas de cara al público o malas decisiones dentro de una gran empresa que piensa en los aficionados. Algo que durante más de un año no ocurre en WWE. La única persona de la empresa que pensaba en las historias, está jubilado.
Muerte al producto de NXT
No hay sitio para los nuevos talentos. No hay sitio para los ascendidos a main roster y no hay sitio para crear grandes estrellas. La empresa está en una situación insostenible que solo se sustenta por el número de boletos que llenan una arena. Pero que no te engañen, si WWE no quiere llenar Wembley no es porque no pueda, es porque no interesa.
WWE se ha convertido en un negocio que no piensa en el futuro. Esto es lo que han demostrado Shawn Michaels y su gran amigo Triple H durante las últimas dos semanas con el título de Dominik. Después de derrotar al campeón con mayor credibilidad de NXT, que nos dará para otro artículo era ascendido a main roster para defender el título sin problemas.
Pero ojo, que yo lo siento mucho, pero no me olvidó de lo que veo en las pantallas de WWE. Todos recordamos a Solo Sikoa viendo como tenía que dejar el título vacante porque era de forma integra de NXT. Pero todo es una improvisación, lo que funciona se queda. Es una mirada cortoplazista que lleva a la empresa a no tener ideas de futuro.
Sabrán acaso como quitar a Roman los dos títulos, lo dudo. Ni si quiera se los han quitado a Paul Heyman. A pesar de ello, vamos al quid de la cuestión. Por qué a unos sí y a otros no. Es la duda que me surge dentro de la cabeza porque no entiendo de que modo perjudica ver a un miembro establecido de Bloodline promocionando un título de la marca de desarrollo.
Solo Sikoa, consolidado como una estrella emergente con una gran racha de victorias ganando como merecía el campeonato se lo quitan sin poder decir nada ni defenderlo siendo parte del grupo más laureado de la historia. Por su contraparte, Dominik, que gana con trampas y tapando la realidad de Rhea Ripley, que no saben buscarla rival sigue dañando a la marca de NXT.
Esto tiene que acabar, por muchos llenos de estadios o reacciones en redes sociales, nada de eso es real si no se valora el producto. Esto se ha convertido en carne de kebab, que no sabes de donde viene, pero te lo comes por los condimentos que lleva. Para algunos es suficiente ver reacciones en redes sociales, pero para otros ya no nos dan ganas de ver el producto ni entiende donde ha quedado la esencia. Ya ni si quiera hay hype por ver los eventos mensuales, porque todo el mundo sabe qué va a pasar.
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