Mustafa Ali habla de su relación con Vince McMahon
Mustafa Ali es la nueva superestrella de Smackdown Live que ha revolucionado la marca azul de WWE. En su actual rivalidad con Samoa Joe todo está por probar, pero ya le hemos visto ante rivales de enjundia como Daniel Bryan o AJ Styles, superando la prueba con nota.
Esta semana ha hablado con Chris Jericho, en su podcast Talk is Jericho y dijo esto acerca de varios temas de actualidad en WWE:
Sobre Vince McMahon
Vince siempre me ha apoyado. He tenido ocasión de presentarme un par de veces, darle la mano y decirle quién soy y lo que represento. Sin embargo esta última vez tuvimos una conversación más interesante en la que me dijo cómo podía hacer dinero en WWE. Me dio la enhorabuena por mis promos, por estoy y lo otro, pero me dijo: “Lo único que tendrías que cambiar es recordar que alguien como tú viene desde abajo, y además tienes la rara cualidad de conectar con el público”.
Sobre los problemas de 205 Live
Creo que el mayor problema de todos ha sido el acomodarlo en la parrilla televisiva. Recuerdo que estaba con Ariya Daivari antes de salir al ring y estábamos viendo el main event de Smackdown Live que era John Cena vs. Randy Orton al mejor de tres caídas. No sabíamos qué hacer después de un combate así. Ahora creo que han hecho las cosas mejor grabando 205 Live antes de Smackdown Live. El público llega fresco al pabellón con ganas de ver wrestling.
Sobre los problemas con un personaje determinado
En principio el problema fue mío por aceptar ser un personaje extranjero al que todos odiaban. Era un príncipe de Arabia Saudí. Al principio conecté porque venía de la escena independiente de Chicago y hacía las promos anti-americanas que tenían éxito. Hacía las promos en otro idioma y como no entendían nada me abucheaban. Era muy fácil.
Todo cambió tras un combate en Oak Forest, Illinois, cuando un niño de 6, 7 u 8 años saltó las protecciones con los puños en alto buscando pelea real. Le miré a los ojos y me di cuenta que no había nada que hacer, que había enseñado a ese niño a odiarme de verdad y a odiar a la gente que era como yo. “Qué estoy haciendo?” pensé. Desde ese momento fui Mustafa Ali a secas y no volví a decir nada contra América porque yo soy americano.