Después de uno de los grandes eventos del año es momento de sacar conclusiones tras el PPV WWE Money in the Bank en el que se pudo ver como el linaje llegaba a las manos. La duda está clara, con la derrota del jefe tribal es la hora de poner en duda la figura del campeón unificado universal de WWE Roman Reigns.
El verdadero jefe tribal
Después de tener a todos los luchadores del linaje sobre el ring se ha mostrado la fuerza de cada uno de los miembros en un estadio repleto de miles de personas. Por un lado estaba todo el estadio que se ha mostrado muy crítico con el jefe tribal con respecto a los Usos que se han ganado el calor del público.
Un total de 1293 días en los que no había tenido ninguna derrota en la que recibiese conteo en un gran evento de pago. Hasta hace unas pocas horas donde Jey Uso hacía lo impensable dentro de WWE. Para muchos es más que una victoria, se pone fin a la tiranía de un Roman Reigns que se empieza a quedar solo.
La figura del líder que ve como después de tres años de conquista absoluta, su reinado se empieza a hacer largo. Hace falta estar bien protegido y tener buenos aliados para mantener la gloria intacta. Una mala decisión promovida por su orgullo daba la espalda a sus primos samoanos los cuáles tenían que llegar a las manos.
El peso de Bloodline
Un Roman enfuerecido grabado en cámara que mostraba lágrimas de ira. Se da cuenta de que quizás ha cometido un grave error al enfrentar a los Usos. Puede que mantenga los títulos, pero todo su orgullo se ha visto perjudicado con una dura derrota que no tiene excusas. La potencial baza de Solo Sikoa se vio expuesta por sus propias acciones.
La duda está presente, se debe llevar a debate la figura del jefe tribal. Jey Uso merece una nueva oportunidad por los campeonatos o finalmente debe ser reconocido por toda la familia. Puede que no gane los títulos mundiales, pero ha ganado diez veces los de parejas y lleva años cosechando éxitos. Ser el único en aplicar el pin con ayuda de Jimmy eleva su foco de protagonismo.
La propuesta del wiseman Paul Heyman de convertirlo en la próxima figura principal saca a la palestra un debate interesante. Roman debe seguir liderando a Bloodline o si debe ser expulsado. No representa los valores del grupo y a pesar de mantener los títulos ha sido humillado en Reino Unido. La cará más real del luchador se ha visto con su derrota más dura.
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