Hasta hace pocas semanas, muy poca gente dudaba de que el psicópata escocés y luchador de WWE y máquina abusadora Drew McIntyre tuviese alguna oportunidad para derrotar al campeón unificado universal de WWE Roman Reigns. No todos pensaban que pudiera salir como campeón después de vivir una odisea en el castillo. Todo estaba concentrado en el gran PPV WWE Clash at the Castle.
El aura de Cardiff
Un show protagonizado por los mejores luchadores del roster. El main event, el combate más esperado donde todo un pueblo lleno de costumbres y de cultura que apoyaba a su pequeño guerrero con un único objetivo, consagrarse en lo más alto del wrestling mundial. La WWE había conseguido tener la mejor forma y versión de Drew.
El público sabía que Roman iba a vivir una pesadilla dentro del evento. Más de 60 mil almas en contra del campeón. La gente tenía claro que la proeza y el gran hito de Roman no tenía nada que ver con lo que iba a hacer el héroe local, Drew. Los dos elegidos de WWE en frente para conseguir lo más importante de la WWE.
Un sueño que vuela bajo
Una imagen de campeón, es la figura del luchador que se puede echar a las espaldas toda una empresa de wrestling. Como ya hiciera en pandemia, podía de nuevo salvar a WWE de un campeón que firmaba un contrato con un horario reducido. Nadie imaginaba que pudiera vivir en su propia tierra la oportunidad de su vida. La vibración, la pasión, toda esa fuerza de la gente hizo que Drew pudiera domar completamente al propio Roman.
Nadie dudaba de la palabra de Drew y de la capacidad física del luchador que fue directo y no tuvo escrúpulos para atacar y dañar a su oponente. En frente un Roman ido, con los ojos pálidos, sin saber que hacer, usando los mismos movimientos sin un resultado claro. Era el sueño de Drew el que empezaba a entrar en la mente del campeón.
Se convertía un simple combate en el peor de los sueños de Roman Reigns. Una lucha en la que estaba solo y nadie podía evitar que Drew tuviera la fuerza del público. En medio del combate pedía el reconocimiento por todo lo hecho en WWE. Pero el público estaba con su hombre, un guerrero que no frenaba ni pararía hasta poder ser el campeón unificado consiguiendo el logro más grande de su carrera.
El linaje no termina
Cuando estaba la situación controlada para que el propio Drew ganase el combate, un hombre encapuchado entraba en ringside y aplicaba una guillotina al propio retador que terminaba tumbado en la lona recibiendo el pin de Roman. Un sueño frustrado que era sobrepasado por el linaje. El campeón nunca está solo, porque Solo Sikoa luchador de NXT entraba para ayudar a su verdadero jefe tribal. El linaje empezó el reinado de Roman y será el linaje el que lo termine.
Drew ante viento y marea aplicó un gran spear, el beso de Glasgow, Claymores…. pero nada hacía caer a un campeón que comparaban con el gran Pedro Morales, Bruno Sammartino, Hulk Hogan, Bob…. pero no hay que desviarse de los dos luchadores. Los dos perfectamente tienen la credibilidad para estar en lo más alto. A pesar de que Drew no terminase con el linaje, está claro que ha llegado a estar en mejor nivel que el campeón indiscutible dentro del ring.
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