La noticia en WWE de este año, fue sin lugar a dudas la renuncia a su cargo por parte de Vince McMahon, y lo que parecia en un principio un beneficio para la empresa con la llegada de Triple H, se ha convertido con el paso de tiempo en algo mediocre.
Triple H, el yernisimo que se instauró en el poder
Con la salida de WWE de Vince McMahon, muchos fans se alegraron de la noticia de Triple H, ya que se había comprobado en NXT que podía hacer las cosas bien, algo que lamentablemente a día de hoy podemos decir que no ha sido el caso en el roster principal.
Si bien todo comenzó muy bien en su primer SummerSlam, con buenos combates, con el regreso de Bayley, Iyo Sky y la llegada de Dakota Kai, y con cosas sorprendentes como Brock Lesnar contra Roman Reigns, las cosas se empezaron a torcer tan pronto como acabó el show.
Los constantes regresos, sin sentido, ya no por los nombres de los luchadores, sino que son introducidos a un público que probablemente no los conoce, como es el caso de los luchadores de NXT, o sin una storyline pensada para ellos, ha hecho que muchos de estos regresos, y recordemos que han sido 18, hayan sido nulos o no hayan tenido reacción por parte del público.
A pesar de que tuvimos un Clash at the Castle, muy bueno. La empresa se volcó en los QR y en el regreso de Bray Wyatt. Un regreso que una vez salió al aire en televisión fue tan ridículo que dejó toda la expectación en la cuneta. A día de hoy, 20 de diciembre, Bray Wyatt no ha luchado ni un segundo sobre un ring de WWE, y estamos hablando de que su regreso se produjo en WWE Extreme Rules, el pasado 8 de octubre. Más de dos meses sin ver nada.
Si a todas estas ideas vanas, le sumamos sus ideas de storylines, tenemos un producto que no es sólido. Las divisiones femeninas de la empresa están vacias, en SmackDown se ha recurrido en cada PLE a conseguir el contendiente numero 1 de la campeona mediante combates multipersona, y en la división femenina de RAW, lo último fue un torneo para elegir a la rival de Bianca Belair, que será Alexa Bliss.
Pero esta idea del torneo no la ha tenido solo aquí, ya que el retador del título Intercontinental también se definió en un torneo, aunque la tildaron de Wolrd Cup y fue tan cutre que tenía dos representantes de Estados Unidos.
Cada vez está más claro que a Triple H le está quedando grande llevar el roster principal, y ojalá y por el bien nuestro, los fans, algún día y lo más pronto posible me deba tragar estas palabras, pero a día de hoy, veo a Triple H más cerca de un Tony Khan 2.0 que de un booker que me haga disfrutar de nuevo con WWE.
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