Esta semana, los espectadores del wrestling han tenido una gran dosis de luchas. Debido a que un día atípico pudieron vivir la segunda noche de un gran evento. No solo de la empresa de los McMahon si no también de la mano de la competencia que busca arrebatar; fama, espectadores y protagonismo.
AEW
Aunque se haya creado hace menos de tres años, empieza a ocupar las portadas de las grandes webs sobre lucha libre. Tony Khan vio que era el momento indicado para invertir en la creación de una empresa de lucha en la que pudiera demostrar, que el legado de la WWE no puede hacer sombra a la irrupción de estos en el mundo televisivo.
La lucha que cerraba el evento, y la última noche debía ser la que dejará más satisfecho a los aficionados. El veterano y campeón Chris Jericho frente a Orange Cassidy. Una super estrella en desarrollo frente a la cara más visible de la empresa. Nos dejo grandes momentos que serán recordados a lo largo del tiempo.
Por otra parte, el público podía imaginar que Jericho se llevaría el combate, porque de momento el único oponente que es capaz de vencerlo no estará hasta el evento All Out. Por ello, le buscan oponentes a los que poder vencer y le sumen credibilidad frente a los retos del futuro.
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NXT
Una marca en constante apogeo dentro de la empresa, se encarga de confrontar de forma directa a la competencia con su programa. El valor de estos luchadores, y la calidad de luchas es superior en algunos casos a el roster principal. Cada combate es un mundo distinto en el que el público se ve como en un sueño.
El único problema fue que el vencedor de la lucha, se dio a conocer días antes de lo esperado. Pero los datos de audiencia lo dejaron claro, a pesar de tener bajos datos con respecto a otros meses, prefirieron ver la lucha de Adam Cole y Keith Lee, donde todo estaba en juego.
En comparación a AEW, nadie sabía que rumbo tomaría cada luchador, ya que perder suponía perder el status y abandonar prácticamente la marca. Dos campeones que se han ganado el derecho a ser respetados. Finalmente, Keith Lee, fue el que se llevo una victoria indisputable.
El único capaz de doblegar a un Cole que ha llevado a su campeonato durante 403 días, a uno de lo más importantes. El prestigio dado es incalculable. Es el momento de ver un transcurso en su carrera, el momento de cambios. Keith Lee queda como la cara de la marca amarilla, y líder indiscutible con los dos títulos más importantes.
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