En el día de ayer, se vivió, una vez más, una jornada oscura en WWE. Dos hechos de gran importancia ocurrieron ayer, uno de ellos, positivo para la empresa, sus ingresos siguen aumentando trimestre a trimestre. Por ahí, todo bien, sin embargo, en la tarde americana, 18 luchadores de WWE perdieron su empleo tras un triste y frío e-mail enviado por John Laurinaitis. Las dos caras de la empresa en una sola tarde. En este artículo, profundizamos en la doble cara de WWE.
Éxito financiero y despidos masivos. La doble cara de WWE
WWE nos tiene acostumbrados a anunciar sus resultados financieros cada tres meses, y anoche no fue menos. Vince McMahon y la directora financiera Kristina Salen (despedida horas después) anunciaron que han ingresado un total de 255.8 millones de dólares tan sólo en el tercer trimestre de este mismo año. Dinero proveniente de múltiples frentes abiertos como por ejemplo, la venta de boletos y en general la vuelta a la carretera en este mes de julio. Tanto McMahon como Salen destacaron que SummerSlam 2021 resultó ser el evento más visto con ese nombre en la historia de WWE. Esto para los fans no se salía de lo normal. Estamos acostumbrados a recibir este tipo de tipo de datos cada trimestre. Sin embargo, lo peor llegaría pocas horas después.
Comenzábamos a tener las primeras noticias de los despedidos desde el Tweet de Scarlett que decía lo siguiente “libre para trabajar en 30 días!”lo cual claramente hacía indicar que WWE la habría liberado de su contrato y ahora mismo estaría sujeta a una cláusula de no-competencia de 30 días. Después le tocaba el turno a Ember Moon, y a Karrion Kross y a Keith Lee, hasta llegar a la cifra de 18 talentos de NXT y main roster despedidos.
Desgraciadamente, uno no se puede acostumbrar a que una empresa multimillonaria despida a empleados por un simple “recorte de presupuesto”, aunque parece que WWE es lo que quiere que hagamos, acostumbrarnos a los despidos. Un fanático en un foro de Reddit llamado Kerda, publicó una opinión que envuelve a la de muchos fanáticos. Decía lo siguiente:
WWE acaba de llegar a la conclusión de que ya no necesita un roster amplio. Está claro que es suficiente con construir los shows alrededor de un grupo de main eventers (Lashley, McIntyre, Reigns…) y algunas estrellas veteranas ya part-timers (Edge, Goldberg, Lesnar) y mantener una midcard de 15 o 20 luchadores con el fin de sacarlos a rellenar el show.
El foco de la WWE ahora es simplemente producir contenido. El beneficio de los eventos en vivo con público es infímo. Los PPV no significan nada ahora que reciben ingresos linéales por parte de Peacock. Total, sus “ratings” siguen siendo muy sólidos pese a no tener ni de lejos un buen producto, eso satisface a los canales que los emiten, ya que producen shows para ellos. Por eso mismo, deconstruyeron NXT. Se dieron cuenta que Duke Hudson y Von Wagner pueden rellenar el show igual que lo hacían Keith Lee y Karrion Kross. La cantidad de espectadores suele ser la misma.
WWE está en caída libre creativa cuando más aprieta la competencia. Se avecinan tiempos intrigantes en el terreno de juego que tienen ambas empresas. 18 personas ya no tienen trabajo, pero como siempre dice la propia WWE, el show debe continuar.
[amazon box=”B08T6LQ51N,B08FMPTLBJ,B07XH4TSHQ” grid=”3″]